El dolor de espalda es una condición común que puede verse exacerbada por acciones tan simples como la tos. Si estás experimentando este tipo de dolor y te resulta difícil manejarlo, este artículo te proporcionará información valiosa y consejos útiles para aliviar el malestar. Aquí, exploraremos las posibles causas de tu dolor de espalda al toser, las opciones de tratamiento disponibles y las señales que indican que es hora de visitar a un médico.
Existen varias causas potenciales para el dolor de espalda al toser. Algunas de las más comunes incluyen:
La espalda baja es particularmente susceptible al estrés, ya que soporta parte del peso del cuerpo superior. La tos puede ejercer una presión excesiva sobre los músculos y otros tejidos de la espalda baja, provocando inflamación y dolor.
Esta condición ocurre cuando uno de los discos entre las vértebras de la columna vertebral se comprime y comienza a abultarse. Esto puede causar inflamación y dolor en los tejidos circundantes, y puede empeorar al toser.
Esta inflamación en el interior de la nariz, causada por alergias, puede resultar en dolor de espalda y malestar. Cuando tienes una infección como un resfriado, tu cuerpo desencadena la producción de moco y un reflejo de tos. Si te esfuerzas al toser, la inflamación y el dolor resultantes podrían sumarse a tus síntomas de resfriado.
El embarazo puede causar varios dolores y molestias, incluyendo el dolor de espalda. Esto se debe a que tu cuerpo almacena la mayor parte de su peso extra en la parte delantera en las semanas y meses previos al parto, lo que puede causar que los músculos y ligamentos de la espalda baja se estiren y debiliten.
Esta condición resulta del estrechamiento del canal espinal. Esto puede causar presión y malestar en la médula espinal y los tejidos circundantes. La tos puede aumentar esta presión, provocando dolor en la espalda.
El tratamiento para el dolor de espalda al toser puede variar dependiendo de la causa subyacente. Algunas de las opciones de tratamiento más comunes incluyen:
Estas pueden incluir el uso de compresas calientes durante los brotes agudos, mantener una rutina de ejercicio regular para prevenir más dolor de espalda y mejorar los síntomas, y masajes terapéuticos.
Los analgésicos de venta libre, como el ibuprofeno o el paracetamol, pueden ayudar a aliviar la inflamación yel malestar asociado con el dolor de espalda. Si estos no proporcionan alivio, tu médico puede recetar medicamentos más fuertes, como los antiinflamatorios no esteroides (AINE), o analgésicos opioides. En algunos casos, se pueden utilizar relajantes musculares, antidepresivos o inyecciones de corticosteroides para controlar el dolor.
La fisioterapia puede ayudar a aliviar el dolor de espalda fortaleciendo los músculos abdominales y de la espalda. Las técnicas de fisioterapia efectivas incluyen la manipulación quiropráctica, la acupuntura y el uso de una unidad de TENS (estimulación eléctrica nerviosa transcutánea).
En casos de dolor de espalda crónico que no ha respondido a otros tratamientos, se puede considerar la cirugía. Los tipos de cirugía para tratar el dolor de espalda incluyen la laminectomía, la fusión espinal, la discectomía y el reemplazo de disco artificial.
Es importante visitar a un médico si experimentas dolor de espalda acompañado de los siguientes síntomas:
El dolor de espalda es una condición común que puede ser causada por problemas como esguinces musculares, daño en los ligamentos y estenosis espinal. La buena noticia es que existen varias opciones de tratamiento que pueden ayudar a proporcionar alivio. Sin embargo, siempre es importante consultar a tu médico antes de intentar cualquier opción de tratamiento por tu cuenta. Si tu dolor de espalda no disminuye en unos pocos días, es recomendable que busques una evaluación médica más detallada.
Recuerda, cada individuo es único y lo que funciona para uno puede no funcionar para otro. Por lo tanto, es esencial trabajar en colaboración con los profesionales de la salud para encontrar el plan de tratamiento más efectivo y seguro para tu situación específica.
En última instancia, la prevención es la mejor cura. Mantén una buena postura, realiza ejercicio regularmente, mantén un peso saludable y evita levantar objetos pesados de manera incorrecta. Estos son solo algunos de los pasos que puedes tomar para mantener tu espalda fuerte y saludable, y prevenir el dolor de espalda.
La ciática es una condición que puede ser extremadamente dolorosa y debilitante. Se caracteriza...
El ajuste de la espalda, comúnmente conocido como "crack", es una práctica que muchas personas...
En esta clase de movilidad vamos a trabajar un poco la columna y sobre todo las caderas. Vamos a...
Si alguna vez te has preguntado qué esperar en tu primera cita con un quiropráctico, este...
Practicar deportes es una actividad que desafía constantemente a nuestro cuerpo, poniendo a...